La llegada de cada nuevo año trae consigo nuevas expectativas, nuevos sueños, nuevas cosas y, por supuesto, nueva vida o por lo menos eso es lo que cada persona espera. Así es como toda preparación para esta ocasión no es poca y mucho menos si se espera que el éxito sea presente en su ser y en su hogar.

RECOMENDACIONES

  1. NO TENER BASURAS Y SUCIEDAD. Su casa debe estar libre de cualquier bloqueador de energías, este es el caso de las basuras y cualquier tipo de elemento sucio, por ello se debe desprender de las cosas que no sirvan y guardar de forma ordenada lo que realmente necesita o requiera.
  2. TENER UN PUNTO DE REFERENCIA: LA PUERTA. El lugar más importante de cada casa es sin lugar a dudas la puerta, porque es justo por allí por donde entran y salen todo tipo de energías, de oportunidades y de suerte. Por ello es importante que se abra fácilmente y de manera total.
  3. APARIENCIA DEL HOGAR. Cuando se comienza un nuevo año, se tienen varias opciones como pintar la casa, cambiar de muebles, todo esto para lograr una mejor apariencia y que tenga un mejor aspecto, lo que ayuda a que todo el que llegue a nuestro hogar se sienta bien y nos deje lo mismo.
  4. BAÑOS. Nadie puede imaginarse que uno de los lugares por donde más fuga de energía hay es el baño, por ello se recomienda, mantener la puerta cerrada, cubrir los desagues, mantener la tapa del inodoro abajo y procurar tener plantas y/o flores.
  5. ESPEJOS. Se suele recomendar que en cada hogar se tengan espejos ubicados en sitios estratégicos, esto para duplicar las buenas energías. Para finalizar y empezar el año se debe ubicar en la zona del comedor, donde se reúne toda la familia y amigos, para que la prosperidad que hay en ese momento se duplique para todo el año.
  6. LUZ Y ENERGÍA. Es de gran importancia saber que los lugares de nuestra casa que estén poco iluminados causan mala impresión, todo por que no proyectan nada en especial; se debe tratar de proyectar luz natural sobre éstos, al igual que luz artificial, y de esta manera la estética del lugar también se verá beneficiada.

Sin embargo, para que todo lo anterior funcione se debe tener fe y creer en ello, de lo contrario no funcionará nada, porque todo lo que proyectes y hagas con fe y alegría se devolverá de la misma manera.

El también conocido como airag por las tribus mongolas es un producto lácteo elaborado a partir de la fermentación de leche, generalmente de yegua (como se ha hecho tradicionalmente). Los caballos han sido parte consustancial de la cultura del Asia Central –recordemos a Gengis Khan–, de ahí que les parezca natural consumir la leche que proviene de dicho animal. Al parecer, el sabor de la bebida es casi imperceptible y contiene alcohol (entre un 0,7% y un 2,5%), aunque haría falta beber una gran cantidad ingente del mismo para emborracharse. Hoy en día el kumis se puede encontrar en los supermercados, pero de manera muy diferente a la que es preparada por las tribus mongolas.

A simple vista, parece una planta jugosa y saludable, una mezcla entre un higo y una piña. Además, los asiáticos muestran un gran cariño hacia esta planta de la familia Malvaceae, que consumen regularmente e incluso llegan a exportar. El sabor, parece ser, no es muy desagradable. ¿Dónde está el problema? En su olor, que al parecer recuerda poderosamente al de la cebolla podrida, lo que la ha llevado a ser prohibido en algunos hoteles de Malasia. No sólo huele fatal, sino que su hedor queda impregnado durante horas en la habitación en la que ha estado. Pero, oye, parece ser que es afrodisíaco.

Este nombre que parece nacido de la imaginación de H.P. Lovecraft se refiere a la comida tradicional nórdica hecha a base de pescado blanco seco (por lo general, bacalao) y sosa caústica. Un momento, ¿sosa cáustica? ¿Lo mismo que echamos por las tuberías de nuestra casa para desatascarla? Pues sí, y provoca que la comida adquiera una consistencia gelatinosa –y de paso, pierda su contenido proteico–, que después puede hornearse o cocinar al vapor con mucho cuidado. Suele consumirse en Navidad, acompañado de guarniciones consistentes como la panceta, las patatas o el puré. Además, si se nos va la mano con la preparación del lutefisk, no pasa nada: lo podremos utilizar como jabón.

Producir bebidas alcohólicas a partir de animales es algo muy común en los países orientales. Aunque el vino de lagartija, con ginseng, es relativamente famoso, no lo es tanto el elaborado con bebés ratones, que le dan ese toque especial a la bebida. Se trata de un producto tradicional coreano, que se obtiene después de ahogar el bebé ratón de no más de tres días en el también tradicional vino de arroz para que fermente a lo largo de un año. Como era previsible, su consumo era habitual porque se creía que resultaba bueno para curar un gran número de enfermedades: la mayor parte de platos asquerosos han sobrevivido gracias a la creencia en sus facultades positivas.

Si te gustó el vino fermentado en bebés ratón, te encantará la eyaculación de este pescado. Por lo menos, está claro que vuelve locos a un buen puñado de japoneses, donde se considera una delicatessen, hasta el punto de que importan gran cantidades de este líquido mágico de Alaska. El que piense que no es demasiado desagradable debe entender que se sirve crudo, acompañado por alguna salsa, y que su textura es gelatinosa. El nombre que recibe en japonés esta comida es shirako, que traducido significa “los blancos hijos”. Si es que son poéticos hasta para hablar de la lefa.

Una carne tradicional mongola (¡hola de nuevo!) que resulta curiosa por su particular forma de ser cocinada: al igual que otros platos, la receta se lleva a cabo con piedras ardiendo, que en este caso se introducen en el interior del animal (por ejemplo, una cabra). Por lo general, se despelleja al animal y la piel obtenida se rellena con sal, cebollas y todos los órganos del animal que se quieran cocinar, así como las consabidas piedras. Se ha de cocinar prendiendo fuego al engendro resultante para que el pelo desaparezca y se cocine la carne del interior. Sabremos que está listo cuando la grasa empiece a desbordarse por la piel exterior. Que aproveche.

Nada mejor para hacer un poco de limpieza de estómago que un buen plato de escamoles, que por una vez, tienen un nombre que no parece referirse a un parte recóndita de las entrañas animales. En realidad, con este nombre se conoce a las larvas de hormiga que han formado parte de la alimentación cotidiana de Mesoamérica durante siglos. Por lo general, se preparan fritas con mantequilla, aunque también pueden acompañarse con huevo o mole. Su precio hoy en día es elevado: los escamoles se cosechan anualmente durante la época de cuaresma y además de vivir a varios metros de profundidad son muy agresivos, por lo que no resulta nada fácil hacerse con todas las larvas necesarias para preparar un plato.

También conocido como pacha (no confundir con la popular discoteca) o kale pache, este plato tradicional de los Balcanes consiste básicamente en hervir una cabeza de vaca (y las pezuñas, aunque esto es opcional). Se trata de una comida reservada para las ocasiones especiales, generalmente en invierno. Si algún día te plantas delante de un plato de pacha (el término y la variante árabe), lánzate a por la lengua y las carrilleras, que son las partes más sabrosas. Aunque los españoles tampoco estamos para hablar mucho, que también tenemos tendencia a hervir la cabeza de ciertos animales, como los cerdos en Galicia.

La cena de Navidad de los inuit, toda una delicia, aunque nadie lo diría por su proceso de preparación. Este consiste básicamente en vaciar una foca y colocar en su interior un montón de alcas, una variedad de ave marina. Cuantas más, mejor. Se procede a coser la foca para que no entre nada de aire del interior y se deja fermentar el contenido durante 7 u 8 meses. ¡Voilà! Tenemos un montón de alcas fermentadas cuya carne sin cocinar está ya lista para servirse como plato principal en una gran festividad.

Si has llegado hasta aquí, enhorabuena. Tan sólo te falta por aguantar la descripción del alimento más desagradable de todos los tiempos. Al balut, una delicatessen de la cocina vietnamita, camboyana y filipina se le atribuyen propiedades afrodisiacas (cómo no) y consiste en hervir huevos incubados de pato a punto de nacer. Por ello, es bastante probable que al pelar la cáscara podamos distinguir todas y cada una de las partes del animal ya formados y que, al introducirlo en la boca, sintamos una amplia paleta de sensaciones y texturas en nuestra boca, entre ellas, la de los huesos o las plumas del animal. Un clásico de los mercadillos del sur asiático y de nuestras peores pesadillas.

El pan en la alimentación del hombre ha sido de vital importancia desde la antigüedad, cuando se comenzó a hacer uso de los cereales, pero manejados bajo procesos manuales, que con el tiempo han evolucionado a procesos mecánicos.

Los cereales solos no pueden ser procesados por el cuerpo humano, deben pasar por procesos artificiales como molerlos,  triturarlos y remojarlos…lo que da lugar al pan que desde entonces se ha convirtió en un alimento importante en la dieta del hombre. El pan más antiguo se fabricaba o se producía con especies antiguas de cebada y se cree que este haya sido uno de los primeros alimentos elaborados en la historia de la alimentación.

El trigo como otros cereales son empleados en Europa y parte de África, el maíz en América es mucho más frecuente y el arroz en Asia. En la historia del pan se tiene conocimiento qué debido al color de la miga este se vuelve elitista y esto se puede notar por ejemplo en los panes de centeno que tienen una miga de color oscura y es el tipo de pan que se vende para las clases menos favorecidas, mientras que los de harina de trigo que tienen un miga blanca es para clases más pudientes.

Según las culturas, el pan además de ser sinónimo de alimento forma parte de rituales religiosos y sociales en gran parte del mundo, además de ser un elemento que influye en la economía afectando los índices IPC (Índices de Precios al Consumo), empleado para determinar la evolución del costo de vida en las naciones.

El pan en la prehistoria

En el periodo neolítico, el molino empleado era el manual de piedra y rige la alimentación de la humanidad desde el año 8000 A.C. Se cree que en aquellos tiempos estos cereales los podrían haber molido con piedra, humedecerlos y posteriormente pasar por el calor de cenizas de fuego o sobre una superficie de piedra expuesta al sol que posteriormente adquiriría una forma sólida y lista para ser consumida. Este procedimiento es posible que aún se esté practicando en algunas tribus de África.

También se piensa que es posible que estos panes tuviesen forma completamente plana debido a la no presencia de levaduras. También se piensa en otro procedimiento que consistía en dejar germinar el cereal y posteriormente dejarlo secar levemente antes de molerlo. Este método es una de las primeras fermentaciones que se llegaron a realizar. La fermentación es el proceso que no solo leva (lo levanta, se da un procedimiento de crecimiento) el pan sino que le da un sabor más agradable y su grano se hace mucho más ligero.

Investigadores sobre el tema afirman que el pan se puedo haber producido por primera vez en Asia Central y que podría haber llegado al Mediterráneo por las antiguas rutas comerciales, la ruta de la seda pasando por Mesopotamia y Egipto